Tradicionalmente la festividad de Semana Santa en Andalucía supone para el sector de la Hostelería y restauración los días del año con mayor facturación. Si el tiempo acompaña, visitantes y foráneos se echan a las calles para seguir las marchas procesionales de Hermandades y Cofradías, haciendo en bares y restaurantes los obligados altos en el camino para reponer fuerzas o simplemente tomar un refrigerio. En estos últimos tiempos ha entrado en escena un nuevo actor que se ha convertido en oráculo y consejero infalible antes de entrar a un establecimiento. Me refiero a las páginas de búsquedas con reseñas de viajeros tipo “Tripadvisor” o ahora también “Google”.
Antes de elegir entre una amplia oferta de bares y restaurantes ubicados en una misma zona, es habitual consultar las reseñas dejadas por otros usuarios, para finalmente decantarnos por los mejor valorados. Debido a la comodidad y el uso generalizado del teléfono móvil y sus distintas aplicaciones, podemos consultar estas páginas a tiempo real desde cualquier lugar y dispositivo.
“Tripadvisor” es un portal de viajes creado en Estados Unidos a finales de los noventa, que se ha convertido en referente mundial respecto a comentarios de usuarios sobre hoteles y restaurantes. En “Tripadvisor” los usuarios de establecimientos de hostelería pueden compartir sus experiencias y comentarios con otros usuarios. No existen requisitos. Cualquiera desde su teléfono móvil y solo con dar de alta una dirección de correo electrónico, puede escribir un comentario en estas páginas.
En la mayoría de países civilizados este tipo de páginas tienen una utilidad objetiva, pero en un país como España, en que la envidia es deporte nacional, la credibilidad de este tipo de portales queda en entredicho. Diariamente intercambiamos impresiones con muchos profesionales de la Hostelería, y todos coinciden en la tiranía que para sus negocios supone condicionar parte de las ventas a los comentarios positivos o negativos realizados en estas páginas, y sobre todo al hecho de que no exista un instrumento real de control para contrastar la veracidad de los comentarios y la identidad de los usuarios.
Muchos hosteleros cuestionan en parte su credibilidad y nos comentan algunos casos llamativos, como haber recibido valoraciones negativas coincidiendo con el día de cierre de sus negocios, hosteleros que con distintas cuentas de correo escriben valoraciones positivas sobre si mismos o negativas sobre su competencia directa, incluso casos de empresas que previo pago, escriben un determinado número de comentarios positivos sin visitar el local.
Personalmente lo hemos comprobado, y no existe una rigurosidad para contrastar la veracidad de los comentarios o la identidad de los usuarios. Cualquiera puede escribir un comentario positivo o negativo sin fundamento e interactuar en la valoración real del sitio.
Aunque los administradores son reticentes a facilitar estadísticas, se estima que en España un importante número de todas las reseñas y comentarios realizados en este tipo de páginas son arbitrarios y tienen como trasfondo intereses particulares, ya sea para incrementar la valoración del propio negocio con reseñas positivas falsas, o perjudicar al vecino con negativas inventadas.
Tras visitar varios foros y blogs relacionados con denuncias, malas prácticas y estafas en el sector de las reformas, todos los afectados coinciden en que podían haber evitado sus problemas si hubiesen acertado con la elección de la empresa adjudicataria de las obras. Antes de decantarse por una u otra empresa de reformas, hay tener en cuenta tres consejos básicos consustanciales con esta actividad, y en los que por activa o pasiva coinciden la mayoría de usuarios en estos foros.
1º consejo.- Evitar contratar a la empresa con el presupuesto más barato
Es el error más frecuente según la mayoría de afectados. Contratar una empresa de reformas no es como comprar ropa o un electrodoméstico, que dependiendo del comercio es posible encontrar el mismo artículo con precios diferentes. Cada empresa de reformas cuenta con operarios de una mayor o menor cualificación y experiencia. El Convenio de la Construcción unifica y equipara los criterios en el ajuste de salarios. Ningún auténtico profesional acepta cobrar en nómina menos de lo estipulado por Ley. Cuanto más barato es un presupuesto de una empresa de reformas, peor es la cualificación de los trabajadores, la calidad y el resultado final de las obras. Hay que desconfiar de empresas con presupuestos baratos, porque desgraciadamente en construcción lo “barato” siempre sale “caro”. Al aplicar los mismos costes y beneficios la mayoría de “empresas legales” coincidimos en nuestras cotizaciones, siendo las diferencias muy pequeñas.
2º consejo.- Evitar contratar empresas a través de intermediarios
Es otro de los grandes errores al contratar una empresa reforma. En estos últimos años han proliferado las páginas de intermediarios en el sector de las reformas, creadas por empresas de marketing o publicidad que poco o nada tienen que ver con la construcción. Estos portales funcionan con una dinámica muy sencilla; el usuario rellena un formulario detallando el tipo de obra que desea realizar y en un corto plazo de tiempo recibe 3 o 4 presupuestos de empresas de reformas afiliadas a estas páginas. La empresa finalmente seleccionada paga una comisión al portal por realizar el trabajo. Pero, ¿Qué tipo de empresas de reformas realmente se apuntan a estas páginas web? Visitando varios de estos portales hemos comprobado que la gran mayoría de estas “empresas de reformas” no tienen “vida propia” fuera de las susodichas páginas de intermediación. Son totalmente desconocidas a nivel local, sin domicilio conocido o referencias. Solo un teléfono móvil. Ninguna empresa sería, solvente y con cierta reputación acepta participar de este tipo de portales. Los distintos presupuestos que el usuario acaba recibiendo están elaborados en la gran mayoría de ocasiones por “empresas” opacas, de tercera o cuarta división. El no exigir ningún tipo de documentación acreditativa ni unos requisitos mínimos para darse de alta, hace que estas páginas de intermediación se hayan convertido en refugio para toda la morralla del sector; empresas que incumplen todas las normativas y carecen de los permisos y altas administrativas mínimas necesarias para ejercer la actividad, sin recursos, infraestructura y personal cualificado, aunque maquillando el tema con estrellas y comentarios positivos de los usuarios se intente dar otra impresión. Estos comentarios en la gran mayoría de ocasiones son solo un gancho y han sido inventados.
3º Consejo.- Evitar contratar a familiares, amigos o vecinos en situación desempleo
Es otro de los errores más comunes. La crisis económica ha provocado que desgraciadamente todos conozcamos a familiares, amigos o vecinos del sector de la construcción en paro, generalizándose la creencia de que encargando la reforma a uno de estos desempleados se conseguirá un beneficio económico respecto al coste del mismo trabajo realizado por una empresa especializada. Nada más lejos de la realidad. Las empresas especializadas cuentan con los medios, estructura, recursos y organización necesarios para abordar y resolver con solvencia cualquier tipo de reforma, tanto en plazos como en calidades. El desempleado por el contrario carece de estos medios organizativos, tiene que trabajar a escondidas y a duras penas consigue que el resultado final de la reforma sea el deseado, corriendo además el riesgo de cometer una grave infracción en caso de ser “pillado” por una Inspección de Trabajo o ante cualquier tipo de incidencia que incluso puede acabar en delito tipificado. Por otro lado en la mayoría de las ocasiones el coste final de la reforma también acaba siendo muy superior al presupuesto inicial ofertado por la empresa especializada, eternizándose los plazos de ejecución. En alusión a este tema, en el sector de la construcción ya se ha hecho popular el dicho “Para que te engañe otro te engaño yo que soy tu amigo”. La mejor manera de no acabar peleados con familiares, amigos o vecinos es contratar los servicios de una empresa especializada.
Se ha generalizado en la gran mayoría de diseñadores y estudios de arquitectura usar como metodología de trabajo la búsqueda en Internet de ideas y soluciones creativas para aplicar a los proyectos. Reducir el proceso creativo del diseñador de interiores a buscar ideas inspiradoras en Internet, conlleva estar siempre limitado a un espectro de soluciones que con mayor o menor fortuna se pueden encontrar en la red, en detrimento de la evolución interior y el lenguaje artístico propio del diseñador.
La utilización de fuentes y una metodología de trabajo similares también está ocasionando que diseñadores inconexos de distintas latitudes coincidan en sus propuestas, dando al espectador la impresión de que muchos establecimientos de nueva apertura son estéticamente muy semejantes entre sí, pareciendo estar todos cortados por un mismo patrón.
En el sector de la restauración estos síntomas son incluso aún más evidentes. Las propuestas estéticas del mal denominado estilo “Vintage”, acaban siendo en este caso muy previsibles. Tan previsibles que una vez analizadas, nos atrevemos a sugerir todos los ingredientes necesarios y consustanciales para definir este estilo tan de moda, ingredientes coincidentes en la mayoría de las propuestas.
Al igual que los ingredientes para hacer un buen salmorejo, al “cocinar” un local de moda estilo “Vintage”, podríamos enumerar los siguientes ingredientes como necesarios e imprescindibles:
Ingrediente nº 1: Utilización de ladrillo visto en revestimientos verticales
Si el local está en la planta baja en un edificio antiguo se picarían los paramentos hasta dejar al descubierto la fábrica de ladrillo en muros y pilares. Si la tipología del edificio es nueva construcción se recrearía la fábrica de ladrillo con algún revestimiento imitación o tipo plaqueta.
Ingrediente nº 2: Utilización de maderas naturales con terminación toscas
Se utilizará madera maciza natural con terminación tosca, es decir sin cepillar, lijar o barnizar, al contrario de como se ha venido haciendo tradicionalmente. Maderas recicladas y tableros de virutas a los que como mucho solo se les aplicará una mano de tapaporos incoloro. Con estas maderas se revestirán paramentos verticales y techos.
Ingrediente nº 3: Utilización de baldosín hidráulico tradicional para suelos
Realmente se ha generalizado la utilización de una buena imitación cerámica en vez del baldosín hidráulico tradicional. Se suele combinar con pavimento continuo en microcemento o madera natural maciza tipo entarimado.
Ingrediente nº 4: Utilización de baldosín cerámico artesanal de 10x20 cm
Aplicado fundamentalmente a las zonas de barra y trasera de barra, se utiliza baldosín cerámico en distintos formatos, siendo el más habitual el modelo de 10x20 cm liso o el clásico biselado. Todos coinciden en un proceso de fabricación y esmaltado artesanal o semi industrial.
Ingrediente nº 5: Utilización de distintos tipos de luminarias de suspensión
Se rellenan los espacios con luminarias de suspensión de modelos y tipos dispares. Predominan las pantallas artesanas trenzadas con materiales naturales como el mimbre o la caña de bambú, junto a luminarias compuestas exclusivamente por cable, casquillo y una bombilla réplica a las de filamento de toda la vida, que cuelgan por doquier a diferentes alturas.
Ingrediente nº 6: Utilización de pintura en tonos claros sin contrastes excesivos
En una armonía de colores análogos suaves y cálidos de blancos rotos, cremas…
Ingrediente nº 7: Utilización desmesurada de plantas naturales
Aunque en la mayoría de las ocasiones solo se queda en el intento. Sin duda es una de las principales señas de identidad de este tipo de establecimientos. Cualquier hueco es bueno para colocar plantas; colgadas de los techos, las ventanas, los pilares, en paramentos formando jardines verticales, en la trasera de barra. Las de plástico no quedan igual pero tienen la ventaja que al final no acaban secándose.
Ingrediente nº 8: Utilización de tematización con elementos tradicionales
Elementos rústicos tradicionales de artesanía que acaban formando parte de la decoración de paramentos; cestas, vajillas y cacharrería de toda índole para evocar otras épocas.
Ingrediente nº 9: Utilización de mobiliario autodenominado “vintage”
Que aunque nuevo y a estrenar da la sensación de ser algo usado y de segunda mano, alternando distintos modelos y colores en un mismo local, como si se hubiesen comprado en los saldos de un rastrillo o similar. Este mobiliario viene importado de Asia y por norma general suele ser bastante incomodo, por lo que se recomienda el uso de cojines. También suele ser poco resistente para el uso al que se le reserva.
Para muchos diseñadores el mundo comienza y acaba aquí. En esencia han amoldado su lenguaje constructivo a la utilización de tan solo este puñado de "ingredientes", que con una mayor o menor fortuna intentan combinar en cada propuesta.
Entendemos como establecimientos de pública concurrencia aquellos recintos que por motivos comerciales, profesionales, de formación, sanitarios, de bienestar u ocio pueden acceder personas distintas a los trabajadores de los propios negocios. Esta definición engloba a la mayoría de establecimientos comerciales, de servicios y hostelería sujetos a licencia de apertura municipal; bares, restaurantes, cafeterías, tiendas, academias, clínicas, etc., pero ¿que motiva al propietario de un establecimiento de púbica concurrencia a poner en marcha la reforma de su negocio?
En nuestra dilatada experiencia en el sector de las reformas de locales comerciales, hemos detectado cuatro motivaciones básicas consustanciales al estado y necesidades del establecimiento, pudiendo coincidir en un mismo local más de una de estas necesidades. De manera concisa estas serían nuestras conclusiones:
Necesidad de reforma por el deterioro de las instalaciones
Es sin duda la más frecuente. El uso continuado de las instalaciones de un local comercial conlleva un inevitable deterioro en los revestimientos, mobiliario, pinturas, iluminación, etc. En un establecimiento de pública concurrencia es necesario renovar todos los elementos deteriorados y en mal estado, para ofrecer al cliente una experiencia global confortable y positiva de la compra, consumición o adquisición de servicios.
Necesidad de reforma por un cambio y actualización de imagen
Es otra de las causas frecuentes para la reforma de un local comercial. Las instalaciones se encuentran muy cuidadas y en buen estado de conservación, pero estéticamente han quedado obsoletas y desfasadas. Esta necesidad de reforma se hace aún más palpable cuando entran en juego nuevos actores y hay un drástico cambio de escenario. La apertura de un establecimiento cercano en competencia directa con instalaciones modernas, suele ser el detonante para la puesta en marcha de la reforma. El objetivo es actualizar la imagen del establecimiento con estilos atemporales sin caer en modas o artificios. En muchos establecimientos suelen coincidir las necesidades de reforma por deterioro con la de actualización de imagen.
Necesidad de reforma para adaptación a un nuevo proceso productivo
Es también muy frecuente que en determinados sectores productivos aparezcan nuevos servicios, productos o nichos de negocio, que el establecimiento de pública concurrencia no está preparado para afrontar, debido a que sus instalaciones no están preparadas para ello. Por desconocimiento no se tuvieron en cuenta en su momento y ahora habría que realizar la reforma para adaptar las instalaciones a esta nueva actividad o producto. Un ejemplo cercano podrían ser las reformas que están recientemente realizando los salones de juego para el nuevo servicio regulado de apuestas deportivas.
Necesidad de reforma por motivos fiscales
Quizás sea la menos frecuente, pero también a determinados niveles es muy significativa. Para algunas empresas con elevados beneficios, como entidades bancarias, tiendas de Prêt-à-porter o algunas cadenas de restauración, realizar la reforma de sus establecimientos es una manera eficaz de retornar un dinero que de otra forma tendría que ir a la caja del fisco. Para este tipo de reformas no son aplicables ninguna de las necesidades anteriormente expuestas, ya que las instalaciones de los establecimientos no están deterioradas, ni cuentan con una imagen anticuada. La media entre reforma y reforma para este tipo de establecimientos de pública concurrencia no suele llegar a cinco años, mientras que para el resto suele estar en los doce años. Para este tipo de reformas no se suele escatimar en gastos y son utilizadas con fines mediáticos y de marketing.
Internet ha revolucionado nuestras vidas y se ha convertido en un gran escaparate en el que compradores y usuarios buscamos, comparamos y adquirimos todo tipo de servicios o productos. En el sector de las reformas las páginas web se han convertido en la mejor tarjeta de presentación para empresas y profesionales. El objetivo de cualquier página web corporativa es la de transmitir la filosofía y servicios que presta la empresa de forma fidedigna, clara y concisa, evitando la publicación de productos o servicios de una manera imprecisa, irrealista o engañosa.
Pero al igual que ocurre en el resto de sectores, hay “empresas” de reformas que incumplen estos códigos éticos al incluir en sus páginas información falsa, manipulada o malintencionada con el fin de transmitir a sus clientes una imagen irreal o artificiosa de su verdadera estructura y organización. Suelen ser “empresas” que no cuentan con los medios ni recursos humanos necesarios para abarcar los servicios que publicitan, con el consiguiente perjuicio y conflictos que pueden generar a sus cliente tras su contratación. Al no ser capaces de desarrollar el nivel ni la metodología de trabajo a la que aspiran, utilizan como reclamo en sus páginas vistosas fotografías de trabajos realizados por otras empresas que se atribuyen como propios, cuando en realidad están suplantando la identidad de sus verdaderos autores. ¿Qué se puede esperar de alguien que desde el “minuto uno” empieza engañando a sus clientes? ¿Si esto pasa desde el “minuto uno”, en qué situación se encontrará el cliente cuando llegue el “minuto 90”?
Consejos para no ser estafado por una página web de reformas
Existe un método muy fácil para el usuario de desenmascarar a impostores y páginas web engañosas en el sector de las reformas. Resumido en tres pasos sería el siguiente;
1.- Se pincha en el lado derecho del ratón sobre cualquier fotografía de una página web de reformas.
2.- A continuación se nos abrirá una pestaña con una serie de opciones entre la que volvemos a pinchar “Buscar imagen en google”.
3.-Por último saldrán los autores y las distintas páginas web donde se pública la foto. Si entre los resultados figuran autores diferentes a los de la web, es un signo evidente de que nos encontramos ante una página con “gato encerrado”.
Este tipo de engaño o suplantación es sin duda uno de las más frecuentes en las páginas web del sector de las reformas y el método comentado la mejor manera de conocer si nos encontramos ante una empresa seria.
Otra manera fácil de desenmascarar una página web engañosa es acceder al “menú” e ir al apartado “Aviso Legal”, de inclusión obligatoria para cualquier página web de reformas según el artículo 10 de la Ley 34/2002 de servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSICE), por el que es necesario exponer los datos identificativos de la empresa o titular de la actividad. Si no aparece este apartado, o si en el mismo figura una persona física o jurídica con actividad o razón social diferente a la publicitada en la web, también estamos ante un síntoma evidente de presunto enredo.
Es frecuente que los titulares de muchas de las páginas de reformas bien posicionadas en los resultados de buscadores como Google, sean realmente empresas de marketing o publicidad que poco o nada tienen que ver con el sector de la construcción y que solo actúan como intermediarios y comisionistas.
Por último aconsejamos desconfiar de todas aquellas páginas web de servicios de reformas con información incompleta y o en las que como única razón social aparece un número de teléfono móvil, porque con toda seguridad no cumplirán con las expectativas deseadas. Siempre aconsejamos que la mejor manera de no correr riesgos es contratar los servicios de una empresa especializada, seria, consolidada y solvente, que por su trayectoria o referencias genere la suficiente confianza como para recibir el encargo de la reforma.
Desde que constituimos nuestra empresa en 2001, somos testigos todos los años de como aparecen en el sector del diseño y la construcción “personajes” que pretenden “comerse el mundo” con estrategias comerciales muy agresivas, usando comportamientos deshonestos, desleales y poco éticos en detrimento del resto de compañeros de profesión con el fin de darse a conocer e intentar crearse un hueco en el mercado. Estos “personajes” lo mismo que aparecen, desaparecen de escena en pocos meses agobiados por las deudas y las reclamaciones judiciales. Pero en este intervalo de tiempo ocasionan un perjuicio tanto a la profesión como al resto de compañeros.
Entre la gran variedad de pícaros y prácticas deshonestas utilizadas, podríamos destacar como más frecuentes las siguientes:
1. OPORTUNISTAS. Solicitan a la Propiedad los presupuestos o valoraciones del resto de competidores para mejorar “cualquier oferta”
Son los que acaban consiguiendo la adjudicación de una obra “a cualquier precio”. Para los “oportunistas” esta práctica significa en la mayoría de ocasiones trabajar por debajo del coste real. Es acabar vendiendo “duros a cuatro pesetas”. Se traduce en rebaja de calidades, la intervención de trabajadores poco cualificados, no pagar a proveedores, etc. Al final ni funcionan ellos, ni dejan que funcionemos el resto de empresas serias, que somos el verdadero motor de crecimiento para una sociedad, pagando impuestos y creando puestos de trabajo. También acaban generando muchos conflictos a la Propiedad que a corto plazo se traducen en una publicidad negativa para todo el sector.
2. PIRATAS. Compiten sin reunir los requisitos administrativos para el ejercicio de la actividad
Nuestra actividad está englobada dentro del sector de la construcción, y cualquier empresa que desarrolle esta actividad debe de contar con unos los requisitos necesarios fijados por la Ley; altas fiscales, altas de los trabajadores en los correspondientes regímenes de la Seguridad Social, Prevención de riesgos laborales, formación de los trabajadores, reconocimientos médicos, etc. Las empresas a las que no les es necesario contemplar estos costes a la hora de elaborar sus presupuestos, compiten en ventaja con respecto del resto de empresas serias que pagamos impuestos y cumplimos con todo lo estipulado por la Ley para el ejercicio de la actividad. Los “piratas” son bastante fáciles de distinguir, porque desarrollan las obras a puerta cerrada, y cuando escuchan “inspección de trabajo” salen corriendo o saltan por las ventanas.
3. GOLFOS. Realizan presupuestos incompletos a sabiendas de que serán necesarias mejoras para finalizar las obras, con el posterior incremento en el coste inicial
Es quizás la práctica deshonesta más frecuente y extendida en el sector de la construcción. Los “golfos” aprovechan el desconocimiento de la Propiedad en el campo de la construcción para elaborar presupuestos incompletos a sabiendas que serán necesarias la realización de mejoras posteriores para la poder finalizar las obras, con el consiguiente incremento y repercusión sobre el presupuesto inicial. Al no contemplar todas las partidas necesarias, estos presupuestos son lógicamente más bajos que el de resto de empresas que estudiamos pormenorizadamente cada operación con el fin de dar a nuestros clientes ofertas transparentes y totalmente cerradas económicamente.
Los tres supuestos que hemos comentado con anterioridad no serían posibles sin la necesaria complicidad del Propietario o el Promotor de la obra. Por acción u omisión es el mayor responsable de que este tipo de comportamientos se lleven a la práctica. Los Promotores serios y responsables (que son la gran mayoría) rechazan este tipo de prácticas y no se dejan embaucar. Prefieren contratar los servicios de una empresa seria que genere la suficiente confianza como para que se implique en su proyecto.
Lo meritorio no es hacer una obra o reforma, a fin de cuentas es algo que podría hacer casi cualquiera. Lo difícil es mantener un proyecto empresarial durante muchos años, desarrollando trabajos solo de calidad y siempre respetando un código de ética profesional por el que nadie pueda hacer nunca el más mínimo comentario negativo al respecto.
Hace unos meses nos solicitaron presupuesto para la reforma de un bar, trabajos que finalmente realizó el propietario del establecimiento con otra empresa teóricamente “más económica” (“los baratos”). Por medio de unos proveedores comunes hemos conocido el posterior descontento del hostelero porque la reforma realizada por “los baratos” distó mucho de cumplir con las calidades y plazos de entrega acordados. También se incrementó el coste final de obra con una serie de “trabajos fuera de presupuesto” con los que incluso fue superada nuestra oferta económica original.
Cuando ofertamos una reforma nuestra labor comercial termina en el momento que el cliente recibe su oferta. Con posterioridad no realizamos un seguimiento constante tal como por ejemplo nos tienen acostumbradas las compañías de telefonía o los operadores de otros sectores. Tampoco “mejoramos cualquier presupuesto” como frecuentemente escuchamos publicitar, y mucho menos utilizamos prácticas poco éticas y deshonestas en detrimento de empresas y compañeros de profesión, con el fin de conseguir la adjudicación del encargo.
Contratar una empresa de reformas no es como adquirir una prenda de vestir o un electrodoméstico, que dependiendo del comercio donde realicemos la compra podemos encontrar el mismo artículo a precios diferentes. Cada empresa de reformas cuenta con operarios de una mayor o menor cualificación y experiencia. El Convenio de la Construcción unifica y equipara los criterios en el ajuste de salarios, por lo que todos los profesionales del sector según su categoría profesional perciben la misma remuneración por su trabajo. Esto hace que la mayoría de “empresas legales” coincidamos en nuestras cotizaciones.
Con “los baratos” ocurre lo contrario. Cuanto más baratos son los precios de una empresa de reformas, menor suele ser la cualificación de los trabajadores y peor la calidad y el servicio que prestan. Ningún auténtico profesional acepta cobrar en nómina menos de lo estipulado por Ley. Las empresas que permiten esto de alguna forma están defraudando a sus clientes.
Nadie “regala duros a cuatro pesetas”. Además de en la mano de obra, “los baratos” suelen utilizar otro tipo de estrategias. Entre las más frecuentes podríamos citar las siguientes;
• La realización de presupuestos sin incluir parte de los trabajos a realizar a sabiendas que están incompletos, para a posteriori incrementarlos económicamente con la excusa de poder terminar la obra. El presupuesto inicial de “los baratos” lógicamente es inferior al de las “empresas legales”.
• La omisión de las altas obligatorias para los trabajadores en los correspondientes Regímenes de la Seguridad Social y en el pago de los Seguros de Convenio, Responsabilidad Civil, Reconocimientos Médicos, Prevención, y resto de impuestos y tasas administrativas. Este tipo de “baratos” son fácilmente distinguibles porque realizan las reformas a puerta cerrada. En el momento que oyen: ¡¡“Inspección de Trabajo”!!, los ves a todos salir corriendo y saltando por las ventanas. Esta es sin duda la forma más vergonzosa de engañar al cliente. Además en caso de cualquier incidencia este se convierte en responsable subsidiario por dejar entrar en su Propiedad a trabajadores en situación laboral irregular.
• La utilización de materiales no homologados, descatalogados, con faltas, de segunda o tercera calidad o restos y sobrantes de otras partidas mayores. En caso de ser necesaria por cualquier circunstancia la reposición, esta no es posible.
"Los baratos" en reformas desgraciadamente siempre salen caros, y no entiendo como todavía a estas alturas hay quien no lo comprenda. Mientras que las empresas especializadas desarrollamos nuestro trabajo con unos plazos de tiempo ajustados, "los baratos" suelen dilatarse indefinidamente en el tiempo, con el perjuicio económico que esto conlleva para el cliente.
La mayoría de usuarios inteligentes evitan a “los baratos” porque con toda probabilidad el resultado final de las obras no sea el deseado. La mejor manera de ahorrar tiempo y dinero es no correr riesgos y contratar los servicios de una empresa especializada, seria, consolidada y solvente, que por su trayectoria o referencias se implique en el proyecto y genere la suficiente confianza como para recibir el encargo de la reforma.
Los Estudios de Tendencias no son algo nuevo. Todos en algún momento cuando hemos sentido necesidad de conocer las novedades o corrientes de un determinado sector o producto, y para ello hemos comprado publicaciones especializadas o navegado por Internet para obtener una orientación. Este sería básicamente un Estudio de Tendencias primigenio y muy rudimentario (el que acaban haciendo la mayoría de clientes antes de contactar con nosotros). Pero en el sector del Interiorismo profesional, aplicado al diseño y montaje de establecimientos de pública concurrencia, es necesario contar con herramientas cada vez más especializadas que nos permitan conocer los cambios de conducta previsibles que afectarán al mercado de un determinado sector productivo y su impacto en las estrategias de negocio de las empresas que conforman dicho sector. Estas herramientas son muy útiles a corto y medio plazo ya que nos identifican nuevas oportunidades de negocio al detectar cambios en los patrones de conducta, consumo y valores, que después orientamos a nuestros diseños y conceptualización. El Estudio de Tendencias nos servirá por tanto, para identificar estos cambios de mercado y definir nuevas estrategias de diseño, para conseguir una posición más competitiva de nuestros clientes con respecto a su competencia.
Estamos inmersos en una nueva revolución industrial propiciada por internet y la democratización de las nuevas tecnologías. En un intervalo muy corto de tiempo, (escasamente una década) han cambiado los hábitos y costumbres de los consumidores, siendo esto muy evidente en las nuevas generaciones con franja de edad comprendida entre 10 y 16 años, que demandan contenidos y servicios totalmente diferentes a los de las generaciones precedentes. En pocos años conformarán el grueso de los usuarios y consumidores de servicios. Prever estos nuevos patrones de consumo, comportamiento y necesidades se convierte en algo primordial para cualquier empresa especializada en el diseño de establecimientos de pública concurrencia, tanto para actividades comerciales, como lúdicas o de ocio.
La decoración de calles y escaparates ya nos anuncian la proximidad de las fiestas navideñas. Durante esta época se desborda el consumo motivado por la tradicional costumbre de regalar a familiares y amigos artículos de todo tipo; libros, música, ropa, calzado, tecnología, etc. En el sector de la decoración solo hay que dar una vuelta por los escaparates de grandes almacenes o tiendas especializadas para ver que coinciden en estar abarrotados de artículos fabricados en serie, de mala calidad y peor gusto estético, importados en su gran mayoría de Asia. Estos objetos fabricados para un consumo masivo son los que acaban finalmente acaparando nuestras compras. Las obras de pintores, escultores, artistas multimedia y artesanos que intentan ganarse la vida con su creación, son la antítesis a esta borágine consumista. Con su trabajo desarrollan obras únicas e irrepetibles. Estas si pueden ser un regalo meritorio y mágico para estas fechas. ¿Porque no regalamos obras de arte o artesanía estas Navidades?. No es una cuestión económica porque podemos comprar obras de arte o artesanía a precios muy económicos por distintos canales; páginas web especializadas, Ebay, directamente al artista, en galerías y tiendas de arte, etc. Además con nuestra compra ayudamos a creadores y artesanos.
"Pesadilla en la cocina" es la versión española del exitoso programa de televisión “Kitchen Nightmares” presentado por el chef británico Gordon Ramsay y emitido por la cadena FOX entre los años 2007 y 2014. En la versión española es el prestigioso Chef Alberto Chicote el que intenta salvar de una situación límite a establecimientos hosteleros de toda España, ayudando a mejorar su funcionamiento en todos los sentidos.
La Hostelería es el tercer sector productivo de este país, tan solo por detrás del comercio y la industria. Actualmente ocupa a más de un millón y medio de empleados entre hoteles, bares y restaurantes. Con la crisis económica y el desplome de otros sectores productivos como la construcción, ha sido un refugio seguro para emprendedores y personas que han decidido instalar su propio negocio. Esto ha generado que el empleo creado en la Hostelería desde la crisis, casi triplique al de resto de sectores. Las razones serían una baja tasa de fracaso, la rápida amortización de las inversiones y la posibilidad de una rápida expansión frente a otros modelos de negocio tradicional. En un sector que ha crecido exponencialmente, pero ojo, no es oro todo lo que reluce. También hay negocios que acaban cerrando sus puertas, como los que intenta salvar “Pesadilla en la cocina”.
Los problemas de funcionamiento, gestión y dirección de estos negocios no son algo puntual, sino el reflejo de una realidad en la que viven un buen número de establecimientos a puerta cerrada, y que podemos extrapolar a empresas de cualquier otro sector, incluso a nuestra vida cotidiana.
Después de más de cincuenta programas emitidos, llegamos a una conclusión principal en la que todo se podría resumir; el único responsable ante la quiebra de un restaurante siempre es el Hostelero por acción u omisión, nunca sus empleados u otro tipo de factores o circunstancias internas o externas.
Dependiendo del grado de implicación del Hostelero ante la quiebra de su negocio, podríamos sugerir la siguiente distinción entre hosteleros;
HOSTELERO INEXPERTO. Gestionar un restaurante es complicado y muy sacrificado. No es un camino de rosas. Si el Hostelero carece de la experiencia necesaria para dirigir su negocio existen muchas posibilidades de que todo acabe en fracaso. Es prudente empezar poco a poco y tanteando, sin la necesidad de embarcarse en grandes proyectos e inversiones que acaban ahogando al negocio, aunque los planes de empresa y amortización pronostiquen lo contrario.
HOSTELERO DESMOTIVADO. La desmotivación es causada en la mayoría de ocasiones por problemas familiares. Una vez cerrado el establecimiento en vez de ir a casa es frecuente que muchos hosteleros acaben en bares de copas, bingos o salas de fiesta. Esto deteriora las relaciones conyugales y ocasiona muchas separaciones y divorcios. Esta inestabilidad afecta sensiblemente al hostelero y lo acaba desmotivando en su plano profesional.
HOSTELERO AUSENTE. Aunque físicamente se encuentre en el local, no aporta nada ni cumple con sus funciones de gestión y dirección. Carece de voz y voto para dirigir un equipo, y llevar su negocio a buen puerto. Para la dirección y gestión de un establecimiento Hostelería como para cualquier otro negocio, es necesario tomar diariamente muchas decisiones de todo tipo, y debe ser la figura del hostelero su responsable en último lugar.
HOSTELERO DESORIENTADO. Cuenta con experiencia y dotes de mando, pero por distintos motivos no tiene el criterio suficiente para abordar una crisis motivada por un cambio drástico de escenario ante la aparición de nueva competencia directa, el cambio de los hábitos de consumo de la clientela, o la necesidad de renovar el modelo productivo o de gestión para optimizar resultados.
HOSTELERO DESPOTA. Quizás por intentar ser demasiado perfeccionista, por un excesivo control sobre cada uno de los detalles, o por un desmedido afán de protagonismo, es incapaz de crear el clima de cordialidad necesario entre sus empleados y colaboradores para transmitir a la clientela. Al final se suele quedar solo porque no hay profesional que lo aguante.
Algunas de las reformas y diseños de la segunda temporada de "Pesadilla en la cocina", fueron realizados por nuestra empresa, siendo una experiencia muy interesante y guardando un grato recuerdo de nuestra participación en el programa.
El pasado viernes 28 se celebró en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla la entrega de los premios ANDALUCÍA EXCELENTE 2016. Estos premios reconocen anualmente la excelencia e innovación de empresas y profesionales en los distintos sectores productivos andaluces. Este año nuestra empresa, 3 Artes Estudio s.l. ha sido la galardonada en la categoría de DISEÑO Y FABRICACIÓN.
Quizás en esta categoría el jurado lo ha tenido menos complicado a la hora de otorgar los premios, ya que somos muy las pocas las empresas que llevamos tanto tiempo (quince años) dedicadas
profesionalmente al diseño en Andalucía.
Como dije al auditorio en mi breve locución cuando recibí el premio, creo que Andalucía nos es precisamente la tierra más propicia para que puedan prosperar empresas y profesionales
especializados en las distintas disciplinas del diseño. Durante estos últimos años han sido muchos los compañeros de gran valía en el sector del diseño de interiores que han tenido que abandonar
Andalucía ante la imposibilidad de ganarse la vida dignamente con su profesión.
Nos sentimos unos privilegiados por trabajar en este sector y en Andalucía. Desgraciadamente el diseño y sus profesionales aun no son valorados en su justa medida. En Andalucía se sigue
“ninguneando” la labor de los profesionales del diseño, cuando son realmente los verdaderos motores de crecimiento de una sociedad moderna.
Deseo compartir este premio con el resto de compañeros de profesión, con nuestros colaboradores y sobre todo con nuestros clientes, por confiar el diseño y montaje de sus instalaciones a nuestra empresa.
Para nosotros el punto partida siempre es el mismo. Antes de empezar pedimos a nuestro cliente un ejercicio de autocrítica para comprender su idea de negocio, productos, sus objetivos a corto y medio plazo, perfil de clientela y estrategias para fidelización, competencia real, franja horaria en la que se desarrolla la actividad, etc, para una vez interpretados, analizar sus necesidades y crear un estilo particular, único y diferenciador alrededor de estos conceptos que propicie su éxito. Es el momento de las ideas, que al igual que la materia soportan tres estados; un primer estado gaseoso en el que fluyen con toda libertad desde la creatividad de nuestros decoradores. Un estado liquido en las que se las representa gráficamente y da forma, dotándola de comunicación, y un estado sólido cuando se ejecutan y llevan a la práctica.